La vivienda, con mucha luz natural, tiene su atractivo en la terraza y sus vistas. Bueno, no en esta dirección, claro.
Estas son las buenas vistas (social club). 😉 (Copiad el enlace y a disfrutar de la música) https://bit.ly/1XGTF8G
La cocina, en una habitación para ella sola, como en la mayoría de casas, nos susurraba al oído..."¡tiradme abajo por favor!"
Y nosotros la mirábamos pensando en que era lo que había que hacer. Ese granito, esa madera, esos años de nuestra infancia...
Lo mismo nos pasó con el aseo. Lo mejor: todo fuera, por un futuro mejor.
Sobran las palabras.
El baño principal (de la habitación) correría la misma suerte.
La salida del baño.
Una de las habitaciones.
Por lo que el proyecto se dividió como se divide una sandía, por la mitad: por un lado, la zona de día (salón, cocina, comedor, terraza) y por otro lado la zona de noche (habitaciones, vestidor y aseos).
Conforme se entra a la vivienda, a la derecha salón-terraza, y a la izquierda, la cocina.
Detalle de la mampara de separación. El color azul, color que aparecerá en los detalles del proyecto.
La mesa de comedor, también a medida, de madera reciclada, con patas de hierro lacadas en azul y sillas de ratán.
También a medida hicimos un espejo envejecido con el mismo hierro que el de la mampara de la entrada. Otro de los colores del proyecto, el beige-marrón, nos ayuda a dar calidez y ambiente natural a las diferentes estancias.
Por ese motivo, hasta los radiadores de forja, van lacados en marrón. Son espectaculares.
Detalle de materiales, texturas y sensaciones.
La separación entre salón y terraza se ha ejecutado con una gran cristalera de suelo a techo de tres hojas.
Continuando con los marrones, la terraza tiene un suelo de madera tecnológica, del tono de los radiadores, y el mobiliario, de ratán, combina con el espejo a medida de maderas recicladas, la alfombra y los elementos decorativos.
Detalle de la terraza donde se aprecia mejor la gama cromática del conjunto.
Vistas hacia la cocina desde el salón. La pared azul sobre el azulejo enlaza visualmente las 3 estancias en una. En la pared del pasillo, un mural de siluetas de cactus hecho a mano.
Vista frontal de la cocina. La mampara también sirve para que desde el salón no se vean los electrodomésticos.
En la cocina, el suelo se cambia en el interior, colocando una baldosa hidráulica artesanal con motivos geométricos y...azules.
Otra vista de la cocina. Para el ojo observador e inquieto, comentar que esa luz natural del fondo, se corresponde con la luz de la cocina original (en las fotos de antes de la reforma se puede ver).
La propia estructura de la vivienda nos delimitó las zonas: el pórtico de hormigón que dejamos visto hace de separación psicológica.
La campana, integrada en el techo.
Desde la cocina, se aprecia mejor el mural.
En esta imagen, se ve como el mural azul, combina con la baldosa hidráulica. Al final, los detalles son los que dan unidad al proyecto.
Detalle del mural, pilar visto, y espejo envejecido. Y si en Juego de Tronos se les escapó el cafecito de Starbucks, nosotros nos dejamos la funda de la cámara encima de la mesa...¡OoopS! 🙂
La lámpara cae sobre parte de la encimera que hace de barra.
El aseo se resolvió con un verde turquesa y un gran mueble de dos senos y espejos circulares retroiluminados. Al fondo, estantes de obra para el plato de ducha, que se intuye al fondo.
Detalle del espejo con el alicatado, la grifería en blanco mate y los enchufes de estilo moderno.
Habitación infantil en la que el zócalo, pintado en verde menta palo (si es que ese color existe porque vamos, mientras lo escribíamos nos ha entrado ganas de ponernos un fular), tiene su continuidad en los muebles, lacados hasta la misma altura en el mismo color. El efecto es espectacular.
El color verde, no es solo de esta habitación, las puertas de la casa están lacadas en este color, en lugar del blanco de siempre.
El baño principal, está hecho combinando microcemento y azulejos. El microcemento, en tono marrón-gris, combina con la madera reciclada del mueble y con los vasos cilíndricos mate del lavabo.
Vista del mueble del lavabo con la grifería empotrada y el espejo retroiluminado.
La bañera, se giró 90º respecto su posición original, y se hizo también de obra y revestida de microcemento.
Detalle de la grifería de níquel mate empotrada, con el microcemento, el vaso del lavabo y la luz del espejo retroiluminado.
Armario de la habitación principal, lacado en el mismo color que las puertas.
Detalle de la puerta con el pomo de cobre, pared de microcemento y bases de enchufes y encendidos.
En el espacio entre la habitación principal, aseo y vestidor, colocamos dos espejos circulares de distinto color de vidrio. Reflejado en el de color cobre, vemos la puerta de madera reciclada, corredera, que da acceso al vestidor.
Esperamos que os haya gustado. ¡Hasta pronto!