¡Ya han llegado las Valentinas a Madrid! Un nuevo concepto de cafetería que pretende ser rompedor desde el principio. Valentinas & Coffee es la apuesta de un grupo de socios para enriquecer y aportar algo nuevo a la hora de tomarte un descanso o al quedar con l@s amig@s. Esta apuesta atrevida y singular se extrapola a su vez a la estética del local. Ofrecer algo fresco, lleno de color y que muestre el carácter atrevido de la idea.
Para conseguir estas sensaciones, decidimos trabajar con teselas hexagonales de colores amarillo y blanco, el cual se va degradando de mayor a menor intensidad de color según nos acercamos o alejamos de la zona de mesas.
El mobiliario del local lo componen mesas de maderas recicladas diseñadas a medida por Arze, con estructura metálica lacada en blanco; y las sillas, reutilizadas de otros lugares, también han sido lacadas en los colores corporativos del local.
Detalle de las maderas recicladas con la bancada de teselas.
En esta imagen podemos ver las texturas que comentábamos anteriormente: madera, teselas bicolor y mobiliario reciclado.
Zona de mostrador. En esta fotografía se aprecia el degradado del color amarillo el cual va perdiendo intensidad a medida que se aproxima a la zona de barra. El motivo no es otro que potenciar, en este marco blanco, el producto multicolor de las valentinas. Ellas son las protagonistas del mostrador, y la arquitectura se pone a su servicio.
Fotografía del banco de teselas que contrasta con la heterogeneidad del suelo. En primer plano, una de las mesas para dos que componen esta parte del local.
Vista hacia la puerta de acceso al local. La mesa principal da la bienvenida a todo aquel que entra a por unas Valentinas. Se busca una iluminación homogénea para potenciar la luminosidad del espacio y el color.
Fotografía desde la bancada hacia el mostrador. A la izquierda, la puerta de acceso a la cocina, o mejor dicho, a la fábrica de las Valentinas, que se producen y hornean allí mismo cada día para que siempre estén a punto.
Fotografía desde la bancada hacia el mostrador.
En la fotografía, podemos ver mejor la transición bicolor del suelo que explicábamos anteriormente. La mesa, por si alguien no se ha dado cuenta, pese a ser de 3 metros de largo sólo tiene apoyos en los extremos, lo que permite un mayor aprovechamiento del espacio.
Detalle de una de las sillas con el suelo. El efecto es rompedor, atrevido y arriesgado, pero consigue un efecto espectacular. También aquí se aprecia el degradado en el suelo.
El espacio del baño, es limitado, por lo que lo principal era darle luminosidad. En este caso, se trabaja con teselas blancas con detalles en amarillo.
Detalle del corazón amarillo en la pared del fondo.