¡Muy buenas a todos! Hoy abrimos nuevo tema en el Blog, y va a tratar sobre materiales de construcción. En concreto, hoy os vamos a hablar de uno de los materiales que más está creciendo en los últimos tiempos en cuanto a uso en todo tipo de obras, tanto en nueva arquitectura como en reformas: el microcemento. Es sorprendente que un revestimiento cause tanto “furor” pero todo en esta vida tiene un por qué, y este caso no iba a ser una excepción. Vamos primero a ver todas las bondades de este material, y luego ciertos aspectos importantes a tener en cuenta antes de usarlo.
En primer lugar, es impermeable. Eso implica que se puede aplicar directamente sobre muebles de obra, como encimeras en cocina y baños, platos de ducha, suelos y paredes sin que el agua se filtre con el siguiente problema que eso supone. Además, al llevar aditivos en su composición, hay una muy amplia gama de colores, lo que permite generar todo tipo de ambientes. Os dejamos aquí unas pocas imágenes:
(de izquierda a derecha vemos una gama de colores del microcemento, y a la derecha dos ambientes de baño distintos)
En segundo lugar, al ser un compuesto cementoso que incluye resinas en su composición, no se fisura como otros tipos de revestimientos continuos, lo que estéticamente se agradece. De este modo, se genera un acabado sin juntas en toda su superficie, permitiendo ejecutar acabados más limpios. Eso sí, desde Estudio Arze, sin hacer propaganda a nadie, os aconsejamos que confiéis en los profesionales del microcemento, ya que podéis comprarlo vosotros y pasaros una tarde aplicándolo, o diciéndole al mismo señor que pinta el techo que lo ponga en el suelo, pero es un material que hay que saber tratarlo, y de hecho, muchos profesionales de la construcción han empezado a recibir formación sobre ello.
(en las dos imágenes de la izquierda, microcemento para muebles de obra. A la derecha, microcemento en las paredes)
En tercer lugar, hablamos de su aplicación. Tiene un espesor de unos 2-3 milímetros (apenas nada) y es muy resistente, aunque eso no quita que si arrastras la nevera sin cuidado o se te cae la bola de billar mientras le haces malabares al sobrino pues se estropee. Algunas casas, han sacado microcementos especiales que aguantan mucho mejor tránsitos pesados, aunque evidentemente son algo más caros que los normales (pero tampoco mucho más).
Al ser una pasta que se aplica sobre una superficie que debe estar lo más lisa posible, muchas veces no es necesario ni levantar el pavimento (lo que también ahorra un dinero). No obstante, si se demoliese el suelo existente, hay dos opciones: o aplicar una capa de mortero autonivelante, o colocar una baldosa barata que haya en stock en algún almacén de materiales. En el primer caso, hay que colocar bien el autonivelante, ya que la base es muy importante, y en el segundo, todo es bastante más rápido y hasta económico.
(microcemento en salones y zonas comunes)
Ahora es el momento de hablar de “cosas a tener en cuenta”.
Como hemos dicho, el acabado es continuo en toda su superficie, por lo que en el caso de instalaciones de fontanería ( agua fría y caliente ) es mejor llevarlas por el techo, ya que frente a un cambio, problema o reforma, no hay que “parchear” el suelo en caso de tener que abrirlo para subsanar cualquier problema.
Se corre el riesgo, si el que aplica el microcemento no tiene mucha idea, que a la hora de aplicar el sellado final se queden zonas abiertas por las que pueda penetrar el agua y manchar el microcemento. El sellado, es una capa importante que se aplica al final, la cual, como su nombre indica, aísla el revestimiento de los elementos exteriores (agua y productos químicos).
Y como todo, por favor tened cuidado con el uso de las “aguas” del microcemento, ya que como en esta vida, son malos los excesos, pues en el microcemento igual. Es mejor aguas suaves y discretas que cambios bruscos o elementos que llamen la atención de un modo no deseado.
Esperamos que hayáis aprendido algo nuevo.
¡Nos leemos pronto!